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Esta práctica comenzó con los primeros clanes y tribus, los primeros colonizadores humanos sobre la tierra. Desde las junglas de África hasta la espesura en Sudamérica y la selva de Indonesia.

 

El anillado corporal ha sido desde siempre una de las más antiguas e interesantes formas de adorno y modificación corporal, aunque los motivos detrás del uso de los piercing´s cambian dependiendo de cada cultura. Normalmente hace referencia a la perforación de una parte del cuerpo humano para ponerse un adorno, ya sea en forma de joya o de objeto vistoso: anillos, colmillos, cuernos, platos, agujas, espinas, barras, etc. La perforación es una forma de modificación corporal. La palabra "piercing" puede hacer referencia a la práctica y arte de realizar “huecos” en el cuerpo o a la perforación concreta realizada en una zona corporal. Algunas personas practican el piercing por razones religiosas o culturales, en Occidente, una de las principales razones es con fines espirituales, como simple adorno, o para estimular la vida sexual.

 

Existen pruebas que demuestran que el body piercing (incluyendo el piercing en la oreja) se lleva practicando en todo el planeta desde tiempos inmemoriales. Se han descubierto cuerpos momificados que tenían piercings, incluyendo a la momia más antigua que se conoce, la de Otzi el Hombre de Hielo, encontrada en un glaciar de Austria. Esta momia llevaba un piercing en el lóbulo de la oreja con un diámetro de entre 7 y 11 mm, lo que demuestra que había sido dilatado, indicando un cuidado específico por parte de su portador.

 

Los piercings de nariz y de oreja se citan ya en la Biblia. En el Génesis 24:22, el sirviente de Abraham le da a Rebeca, su nuera, un anillo para la nariz concretamente la región del septo nasal y unas pulseras. En el éxodo 32, Aarón se hace una vestimenta de oro derritiendo pendientes de oro. En el Deuteronomio 15:12-17 se dice que el piercing de oreja es una marca de esclavitud.

 

El piercing de nariz se practicaba ya entre las tribus nómadas Bereber del África del Norte y entre los Beduinos en Oriente Medio, el tamaño del anillo en la nariz indicaba el nivel de prosperidad de la familia. Se lo entregaba el marido a la mujer en el momento de la boda, siendo una especie de indemnización que ella podía vender en caso de divorciarse.El piercing de nariz ha sido común en la India desde el siglo 16 desde Oriente Medio de la mano de los emperadores Mogules. En la India, un "stud" (phul) o un anillo (nath) se llevan en el lado izquierdo de la nariz. A veces se usa con una cadenita que une la nariz con la oreja. En algunos sitios se perforan los dos lados de la nariz, aunque esto es menos frecuente. Según la milenaria medicina India, conocida como Ayurveda, este punto está ligado con los órganos reproductores femeninos. Llevar un piercing en esta localización sería una manera de tener un parto más fácil y menos doloroso, con un período post parto de mejor calidad. Algunas mujeres en la India se hacen este piercing en la nariz para inducir un estado de sumisión y controlar su carácter. Según sus creencias, haciendo el piercing en el sitio exacto se estaría estimulando un punto de acupuntura (marma) que logra este cometido.

 

El piercing de lengua fue muy popular en las civilizaciones de Mesoamérica, especialmente entre la aristocracia de los Aztecas y los Mayas. Se llevaban a cabo como parte de un ritual de sangre y no estaban pensados para ser piercings permanentes. Los antiguos habitantes de Mesoamérica llevaban joyas en las orejas, en la nariz y en los labios inferiores. Algunos de estos tipos de decoración corporal con piercings sigue siendo popular entre poblaciones indígenas en estas regiones, incluso hoy en día.

 

Las tribus norteamericanas Haida, Kwakiutul, y Tlinglit del noroeste ya practicaban el piercing de lengua. En este caso la lengua se perforaba para utilizar la sangre derramada como ofrenda a los dioses y para crear un estado alterado de consciencia para que el chamán o el sacerdote pudiera comunicarse con los entes del más allá.

 

En Roma los miembros de la guardia del Cesar llevaban aros en los pezones como muestra de su virilidad y coraje así como un accesorio de sus vestimentas ya que les permitían colgar en ellos las cortas capas que usaban. Esta práctica también fue bastante común entre las chicas de la alta sociedad de la era victoriana. Lo hacían para realzar el volumen de sus pezones.

 

El ombligo anillado era un signo de la antigua realeza egipcia y prohibida a todos aquellos que no fuesen nobles. En aquellos tiempos, los ombligos muy profundos eran los más apreciados.

 

Cuando el pendiente se coloca en el espacio entre las dos fosas nasales recibe el nombre se Septum, grupos étnicos de distintas partes del mundo todavía hoy siguen practicándolos, como en Papua, Nueva Guinea, Polinesia, África, India, en un principio su función era dar un aspecto más feroz a quien lo llevaba aunque sus fines actualmente son también estéticos, y permiten a los distintos grupos tribales diferenciarse entre ellos, conocer el estatus social del que lo lleva.

 

Todavía hoy, entre algunos grupos étnicos de Brasil y África existe la costumbre de hacer una pequeña incisión bajo el labio que progresivamente se ira agrandando hasta alcanzar el tamaño deseado. En él se colocara una pieza circular por lo que la modificación corporal es impresionante. También suelen realizarse este tipo de agrandamientos en los lóbulos de las orejas. En muchas tribus de África (poblados Masai, Suya, Sara, Lobi, Kirdi) es muy común esta práctica y existe la tradición de que las jóvenes solteras comiencen a agrandar su labio en el momento en que se prometen. Este proceso dura todo el noviazgo y hasta el momento de la boda. Es la prometida la que realiza un plato de barro cocido que progresivamente ira cambiando por otro más grande. A mayor tamaño del plato, mayor será la dote que la familia del novio pagara a la familia de la novia.

 

El Prince Albert era un anillado habitual entre los miembros de la alta sociedad Victoriana, originalmente era usado para sujetar los genitales masculinos en la pierna derecha o izquierda del pantalón, que solía ser muy estrecho. La leyenda cuenta que el Príncipe Albert se hizo este piercing para mantener su prepucio retraído y lograr así que su miembro estuviera libre de malos olores que pudieran ofender a la reina. Consiste en un aro que pasa a través de la uretra hasta la base del glande a la altura del frenillo.

 

El Ampallang proviene de los pueblos indígenas de las áreas que rodean el Océano Indico. Aunque a veces se práctica durante la infancia, su práctica es más habitual como parte de un rito de paso a la adolescencia. Este piercing suele ser realizado por una anciana, que emplaza el Ampallang horizontalmente pasando por el centro del glande y por encima de la uretra. Suelen insertar luego varas de metal con discos en sus extremos, varillas de hueso, ámbar e incluso oro si la familia del chico tiene dinero. Las mujeres de esta etnia suelen dar mucha importancia a este piercing pudiendo incluso rechazar a un pretendiente si no lo tiene.

 

El Dydoe parece haberse iniciado más recientemente. Consiste en dos piercings que se emplazan en la corona del glande, en la parte superior. Se piensa que devuelve parte de la sensibilidad perdida tras la circuncisión.

 

El piercing en el Frenillo o Frenum del prepucio, tiene su origen en Europa y fue utilizado por aquellos muy castos como forma de privación sexual. Distintas fuentes hablan del uso de pequeños candados que no permitían la copulación. La Franey Cage, un artilugio de castidad que impide incluso la masturbación. Por el contrario, una pequeña barra o un aro que rodee el glande por detrás de la corona puede ser altamente estimulante.

 

Es motivo de orgullo para algunos árabes el día que llegan a la edad adulta. Todos los miembros del sexo masculino de la comunidad, amigos y familiares, le preparan una gran fiesta a modo de rito de paso y uno de los regalos que le van a hacer será un pendiente, concretamente un aro que se le colocara al joven durante la ceremonia, en el lado izquierdo del escroto entre los testículos y la base del pene. Existe la creencia de que así, los testículos no podrán volver a subir al sitio de donde descendieron durante la infancia. El Hafada, que así es como se le llama a este piercing, da evidencia de que el joven es a partir de ese momento y para siempre un hombre. Algunos árabes ricos ponen eventualmente en su Hafada pendientes con piedras preciosas siendo la más preciada, por lo menos en la zona del Golfo Pérsico, la Perla de Kuwait. Algunos legionarios franceses volvieron del norte de África con estos adornos en sus genitales, normalmente en el lado izquierdo aunque algunos en ambos lados.

 

Entre los nativos del Sur del Pacifico un piercing llamado Guiche. Se suele realizar durante la pubertad, a través del perineo (raphe perinei) o la zona que se encuentra entre al ano y el escroto. Tras practicar una inserción en la zona es colocada una tira realizada con piel. El Guiche es considerado uno de los piercings mas eróticos y muchos aseguran que puede intensificar los orgasmos si se presiona ligeramente cuando se tiene uno. Es muy importante el emplazamiento del mismo y solo deberá ser realizado por profesionales con experiencia.

 

Desde la época de la inquisición algunas comunidades religiosas han usado el anillado genital como método de castidad y de expiación de la culpa.

 

En la tribu Tinglits las mujeres se agujerean su cuerpo como muestra de paso de la pubertad a una madurez en todos los sentidos, pero sobre todo sexual.

 

Las tribus Sioux, hacían a los jóvenes someterse a una prueba consistente en perforarse el pecho con garfios colgándose con cuerdas a un árbol, de esta forma demostraban que estaban preparados para ser guerreros.

 

ESTO SOLO POR NOMBRAR POCOS EJEMPLOS